Espiritualida y Carisma

 

 

ESPIRITUALIDAD e n el proceso formativo

Ponemos el acento en los siguientes valores evangélicos:


FRATERNIDAD
DIGNIDAD DE LA PERSONA
DIALOGO
APERTURA
INTERIORIDAD
SENCILLEZ
OPTIMISMO
COMPROMISO
DEFENSA DE LA VIDA
AMOR AL TRABAJO
AUTENTICIDAD

 

 Nos proponemos desarrollar la "dimensión trascendente" que favorece :


- La búsqueda del sentido de la vida
- La apertura al mensaje cristiano.

 Procuramos, mediante la catequesis:


- Celebrar la Pascua de Jesús y los sacramentos.
- Comunicar la Palabra e iluminar la vida desde ella.
- Estimular el compromiso del bautismo en la vida cotidiana.
- Descubrir la propia vida como Historia de la Salvación.
- Encontrarnos con el rostro amoroso de Dios Padre que se ha manifestado en Jesús y que nos envió al Espíritu Santo para animarnos.

CARISMA

Nosotras, las Hermanas CARMELITAS MISIONERAS TERESIANAS, somos un eslabón más de la gran Familia Carmelita, que grabó la Iglesia con cuentos de "grandes maestros del espíritu" como Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y muchos otros entre los que destaca, por su singularidad, nuestro fundador: el padre FRANCISCO PALAÜ YQÜER (1811-1872).

El padre Francisco fue beatificado, por SS el Papa Juan Pablo II, el 24 de abril de 1988.

Profeta de la Iglesia de su tiempo, en la contemplación Dios le dio a conocer la Iglesia - "Dios y los prójimos" -, era el objeto de su amor y de su entrega y que María era "el tipo más perfecto y acabado de la misma ".

A ella, a la IGLESIA, consagró su vida de cubriéndola en las necesidades de los hombres de su tiempo. La amó sirviéndola con pasión, audacia y creatividad.

Nosotras, sus hijas, intentamos recrear este carisma en el "aquí y ahora" de nuestra historia.

En el campo de la educación


Nuestra propuesta:

Responda a un expreso deseo del padre FRANCISCO PALAU, quien va-loró el "ministerio de la enseñanza" como un "servicio amoroso a la IGLESIA".

lDEARlO

CARMELITAS MISIONERAS TERESIANAS

 

IDEARIO DE LOS COLEGIOS DE CARMELITAS DE LAS MISIONERAS TERESIANAS

El llamado a la NUEVA EVANGLLIZACION, la sociedad pluralista, la situación de cambio socio-cultural y de pobreza de nuestro continente, así como las exigencias del Carisma Palautiano, nos han llevado a plasmar en este IDEARIO las líneas programáticas que nos ayuden a fortalecer nuestra “identidad” y ser marco de referencia al PROYECTO EDUCAT1VO que cada centro elabora y propone a la comunidad.
Optamos por una EDUCACION EVANGELIZADORA como un ministerio necesario a la Iglesia de nuestro continente que va teniendo una conciencia cada vez más profunda de que la evangelización es la misión fundamental.
Dedicar esfuerzos a la educación en América Latina es responder al pedido del P. Francisco Palau, quien nos impulsó a responder a las “necesidades urgentes de la Iglesia”. La sociedad pluralista, con sus múltiples emisoras que presentan diversas concepciones del hombre, de la vida, del mundo y hasta de la misma sociedad como así también la situación de pobreza de nuestros pueblos que está significativamente correlacionada con los procesos educativos, nos exigen definir nuestra propuesta así como esforzarnos por la formación del hombre integral.
Invitamos a todos los laicos que comparten con nosotras el ministerio de la educación” a adherir y asumir estas líneas programáticas para que cada Comunidad Educativa de las CARMELITAS MISIONERAS TERESIANAS crezca en identidad cristiana con los matices propios del CARISMA PALAUTIANO.

 

LINEAMIENTOS BASICOS DE LAS ESCUELAS DE LAS CMT (Carmelitas Misioneras Teresianas)

I . NUESTRA ESCUELA INSERTA EN EL CONTEXTO DE AIVIERICA LATINA
1 - LA EDUCACION EN LA MI5I0N DE LA IGLESIA 5
2 - LA EDUCACION EVANGELIZADORA DESDE AMERICA LATINA 7
3
- EL CARISMA DE LAS CARMELITAS MISIONERAS TERESIANAS 8
4 - UNA EDUCACION AL SERVICIO DEL HOMBRE INTEGRAL 9
5
- PONEMOS EL ACENTO EN LOS VALORES EVANGELICOS 10
6 - EDUCAMOS PARA LA LIBERTAD, LA JUSTICIA Y LA SOLIDARIDAD 12
7 - ESTILO DE ENSEÑANZA:
7-1 LA CATEQUESIS 14
7-2 CRITERIOS PEDAGOGICOS (1) 15
7-3 CRITERIOS PEDAGOGICOS (11) 16
7-4 DISEÑO DE AUTOEVALUACION 17
II - EL ESTILO DE NUESTRA ESCUELA
1 - LA COMUNIDAD EDUCATIVA 19
2 - LAS RELACIONES EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA 20
3 – LOS ALUMNOS EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA 21
4 – LOS EDUCADORES Y LA COMUNIDAD EDUCATRA 2
5 L FAMILIA Y LACOMUNIDAD EDUCATIVA 23
6 - COMUNIDAD EDUCATIVAY EL ENIORNO SOCIO-CULTURAL  24
7 - LA GESTION EN LA ESCUELA
7-1 UNA ESCUELA PARTICIPATIVA 25
7-2 ORGANOS PARA LA PARTICIPACION 27
8 — BIBLIOGRAFIA 28

1 - NUESTRA ESCUELA INSERTA EN EL CONTEXTO DE AMERICA LATINA
LA EDUCACION EN LA MISION EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA

La Iglesia crea sus propias escuelas como un medio de llevar a cabo su misión esencial: Evangelizar.
Cristo envió a su Iglesia a anunciar el Evangelio a todos los hombres (Mt. 18, 19-20). Cada hombre nace en el seno de una cultura, por eso la Iglesia no solo se propone llegar al individuo sino a la cultura del pueblo (P. 394).
La Escuela Católica por tanto es un centro donde se transmite una concepción específica del hombre, del mundo y de la historia (EC. 33).
La acción educativa se inscribe en el marco de una educación que:
• favorece la síntesis entre fe y cultura.
• transmite de modo sistemático y crítico la cultura como modo de relacionarse un pueblo con la naturaleza, entre sí y con Dios (D.F. 386).
• acentúa una referencia explícita a los valores evangélicos que informan toda una concepción del hombre y le ayudan a dar una interpretación del mundo coherente con la fe (E.P.V. 147).
• crea un ambiente animado por el espíritu evangélico, ambiente donde todos los miembros de la Comunidad Educativa puedan experimentar la escuela como una “pequeña Iglesia”.
Cristo es el fundamento de toda Escuela Católica. Él revela el sentido nuevo de la existencia y la transforma capacitando al hombre para que sea artífice de su propio Proyecto de vida; Proyecto que, iluminado por la fe, fortalecido en la esperanza y optado desde el amor, le permita vivir en la libertad de los hijos de Dios.

“Unidas con el Hijo de Dios en Fe, Esperanza y Amor,
os dice el esposo, dirigiéndose a vuestras escuelas y a los niños y jóvenes educandos:
“Estos son mis hijos y vuestros hijos; amadlos con el amor con que yo los amo y, cuanto
hiciereis a uno de ellos, lo hacéis a mí. Yo estaré con vosotras, en medio de ellos: educadlos y amadlos”(Carta 88 / 1862)

2 LA EDUCACION EVANGELIZADORA DESDE AMERICA LATINA

Nuestra misión educativa se inserta en el contexto latinoamericano, concretamente en los países de Argentina y Uruguay.
Desde nuestra misión queremos dar respuestas, dentro de nuestras posibilidades, a los grandes desafíos que nos presenta la realidad latinoamericana. Es por eso que optamos por:
• una educación evangelizadora que debe contribuir a la genuina liberación cristiana y que enuncie explícitamente a Jesucristo liberador.
• una persona con una conciencia de que ha sido restaurada en el Hombre Nuevo JESUCRISTO: libre, autónoma, crítica, responsable, participativa, fraterna, solidaria.
• una persona con sensibilidad social y política: inserta en la comunidad desde cuyo interior la construye, la expande y la renueva; vinculada a su propia cultura y abierta a otras culturas; capacitada para insertarse en la sociedad de una manera digna, eficiente y como elemento de cambio. Personalidades fuertes capaces de resistir el relativismo debilitante y vivir coherentemente las exigencias del bautismo.
• una sociedad basada en l dignidad de la persona, justa, libre, participativa, democrática, solidaria y fraterna, que tenga como meta la comunión social y como camino el proceso de evangelización y liberación. Una sociedad que coloca al débil, al pequeño, al pobre como sujeto preferencial de su proceso de desarrollo social.

Acentuamos la primacía:
/ de la persona sobre todo poder o proyecto.
/ de la ética personal sobre la ciencia y la técnica.
/ del cultivo de la interioridad para crecer en la dimensión trascendente y evitar toda forma de manipulación.
/ de la defensa del medio ambiente, amenazado en su integridad y armonía por sistemas políticos y económicos.
/ de la creatividad y juicio crítico como medios indispensables para insertarse en una sociedad en transformación.
/ de la Civilización del amor diciendo sí al hombre y a la dignidad de su vida, a la libertad, a la verdad, a la justicia, al trabajo y a la familia.

3 EL CARISMA DE LAS CARMELITAS MISIONERAS TERESIANAS
Nuestra presencia de Carmelitas Misioneras Teresianas en educación responde a una exigencia de nuestro carisma eclesial.
Recibimos de nuestro Padre Fundador Francisco Palau y Quer O.C.D. “el alto y sublime ministerio de la enseñanza” (Carta 89) como una de las formas más eficaces de servicio a la Iglesia.
La Iglesia, “su cosa amada”, es el núcleo en torno al cual gira la vida del P. Palau en todos sus aspectos y dimensiones.
Así invitamos a todos los que comparten nuestra misión, a asumir un estilo de vida en el cual:

  • nos sintamos llamados a la íntima comunión con Dios, en el silencio que exige una vida de oración, contemplación, interioridad, para discernir los signos de los tiempos y comprometernos a hacer presente el Reino.
    • vivamos la realidad de la Iglesia desde una intensa vida teologal de la Fe, Esperanza y Amor.
    • vivenciemos la Eucaristía como la expresión máxima de comunión entre Dios y los prójimos.
    • mostremos la persona de María como tipo acabado de la Iglesia, elemento fundamental de la identidad propia de nuestro pueblo y de su evangelización, signo de encuentro de la fe en la Iglesia con la historia latinoamericana (D.P. 282-283).
    • actualicemos el servicio incondicional del P. Palau a los marginados de su tiempo (Cfr. C 39).
    • construyamos comunidades educativas que se vinculen de manera directa a la misión evangelizadora de la Iglesia local, diocesana y universal (Const. 110).

 

4 UNA EDUCACION AL SERVICIO DEL HOMBRE INTEGRAL

Nuestra escuela como instrumento de evangelización se propone brindar los medios para que todos los integrantes de la comunidad educativa alcancen su madurez humana y cristiana (D.P. 1033, E.P.V. 147), porque la Escuela es un lugar privilegiado de promoción del Hombre Integral; por eso su finalidad es promover el crecimiento y la maduración del alumno en todas sus dimensiones para que llegue a ser una persona Libre, Responsable y Solidaria.

Con esta intención:
• ayudamos a los alumnos a conocer y potenciar sus posibilidades intelectuales, físicas, psicomotrices y afectivas, y los orientamos en la aceptación de sus dones y limitaciones en un proceso de conocimiento personal, superación y autoestima.
• favorecemos el crecimiento de la dimensión sociocultural del alumno, teniendo en cuenta que se debe insertar en una sociedad secularizada y pluralista; esto exige formar en los valores fundamentales y permanentes que constituyen nuestro ethos cultural.
• ofrecemos medios para el desarrollo de la dimensión trascendente, abrimos nuestra acción educativa a la búsqueda del sentido y del significado de la existencia humana, y presentamos el mensaje de Jesucristo sobre el sentido último del hombre, de la vida, de la historia y del mundo.

5 PONEMOS EL ACENTO EN LOS VALORES EVANGELICOS

El mundo de los valores que cada uno prefiere, configura su vocación y se convierte en uno de los perfiles más significativos de su identidad (E.P.V. 64). Por esto, nuestra propuesta educativa incluye una referencia explícita a aquellos valores evangélicos que informan toda una concepción del hombre y ayudan a dar una interpretación del mundo coherente con la fe.

Por fidelidad a nuestra opción por el Evangelio y a nuestro Carisma potenciamos los siguientes valores y actitudes en los miembros de la Comunidad Educativa:
• profundizar la conciencia de la dignidad humana, favoreciendo la libre determinación y promoviendo el sentido comunitario.
• estar abiertos al diálogo y así promover la comprensión entre las diversas generaciones y culturas (D. Mcd, VIII).
• afirmar el aprecio por la cultura regional y nacional y así integrarlas en la unidad pluralista del continente y del mundo (D. Med. VIII).
• cultivar la observación, la apertura a la realidad y la respetuosa actitud contemplativa entre ella y la naturaleza.
• buscar los criterios para discernir actitudes sanamente críticas y valorativas.
• desarrollar la capacidad para interpretar los hechos y el sentido de los signos de los tiempos.
• ejercitar la prudencia como virtud rectora hacia los fines propios de cada cosa (E.P.V. 33).
• formar en una cosmovisión cristiana frente al poder, el dinero, las posesiones, el sexo, etc. (E.P.V. 34).
• asumir el trabajo como factor constructivo de la personalidad y del mejoramiento de la sociedad.
• descubrir la vocación en su sentido social y ético, interpretando la vida como misión y organizándola en base al llamado fundamental que nos convoca a la fe y el Reino (D.P. 854; E.P.V. 63-66).
• favorecer un estilo de vida sencillo donde la actitud de acogida entre educadores, alumnos, familias, evite cualquier tipo de discriminación por motivos intelectuales, económicos, etc.
• estimular la autenticidad y la coherencia, orientando a los alumnos con criterios evangélicos de respeto y comprensión, así como de serenidad y coraje.
• cultivar ante el futuro una actitud de optimismo y esperanza, así como de Confianza en la capacidad de transformar, mediante el Compromiso, la realidad.

6 EDUCAMOS PARA LA LIBERTAD. LA JUSTICIA Y LA SOLIDARIDAD

EDUCAMOS PARA LA LIBERTAD
La libertad de la persona es uno de los objetivos esenciales de toda educación. Por eso, la escuela debe ser testimonio y educadora de una libertad que tiene una dimensión comunitaria y trascendente.
Queremos educar para esta libertad, y por tanto, los educadores de nuestra escuela nos proponemos:
• actuar como personas libres y con convicciones profundas.
• crear un clima de diálogo que favorezca la convivencia y la libre expresión.
• iluminar con nuestra acción educadora el concepto claro y auténtico de libertad, para que los alumnos actúen por convicción propia.
• favorecer, mediante la estructura participativa de la escuela, la asunción de responsabilidades según niveles y edades, preparando a los alumnos para la aceptación de responsabilidades sociales, cívicas y políticas.


EDUCAMOS PARA LA SOLIDARIDAD
En la acción educativa subrayamos la necesidad de valorar y enriquecer las relaciones interpersonales, sin olvidar que la persona se inserta en un mundo de dimensiones cada vez más amplias y en el que los cristianos podemos hacer un aporte propio con espíritu de fraternidad y de servicio a la causa del amor y de la paz.

Por eso pretendemos que nuestros alumnos:

  • se sientan llamados a compartir los problemas, las preocupaciones y el afán de superar el mal que hay en el mundo.
    • comprendan que la solidaridad auténtica se traduce en la aportación del propio trabajo y del esfuerzo personal con generosidad y espíritu de servicio.
    • orienten su vida con realismo y esperanza, abiertos a la colaboración con todos los que luchan por construir una sociedad más humana.
    • asuman un compromiso social para hacer de la convivencia entre los hombres una relación pacífica, fraterna y comunitaria.

EDUCAMOS PARA LA JUSTICIA
La justicia es una exigencia de la dignidad y de la igualdad entre los hombres como hijos de Dios, y la educación para la justicia es fruto de nuestra opción al servicio del hombre.
Por eso proponemos:
• provocar la reflexión crítica sobre:
a - nosotros mismos, para descubrir en la propia vida las raíces y causas de las injusticias personales.
b - las realidades injustas existentes en nuestra sociedad, para evitar la manipulación o complicidad de las injusticias a través del silencio o la indiferencia.
• capacitar a las nuevas generaciones para que sean agentes del cambio permanente y orgánico que requiere la sociedad de América Latina.
• favorecer un compromiso que asuma los anhelos y esperanzas de justicia de los más pobres para que la “justicia tan largamente esperada” sea una realidad en nuestra nación y continente (L.P.N.E.).

7 ESTILO DE ENSEÑANZA

7-1 LA CATEQUESIS EN NUESTRA ESCUELA
Apoyadas en la convicción y el ejemplo del P. Palau adoptamos en nuestras escuelas la formación catequística en un marco de libertad y respeto:
“Pudiendo yo elegir otra forma para la predicación del Evangelio he adoptado el Método Catequístico” (Carta 15)

 
La catequesis debe ocupar en nuestras escuelas un lugar privilegiado desarrollo de programas, ofertas formativas, celebraciones, oración, testimonio de vida, nos ayudarán a hacer presente al Señor Jesús: el Maestro por excelencia.
Asumimos los criterios teológicos de la Iglesia en Latinoamérica para la formación catequística:
Comunión y Participación: la catequesis tiene como mcta la construcción de la comunidad (DR 992).
Fidelidad a Dios: que se expresa corno fidelidad a la PALABRA dada en Jesucristo (D.P. 994).
Fidelidad a la Iglesia: la catequesis edifica la comunidad y construye los cimientos de la Iglesia (C.T. 15).

  • Fidelidad al Hombre Latinoamericano: la catequesis asume, ilumina, purifica los valores de la cultura, a fin de ofrecer las posibilidades de la liberación plena, la riqueza de una salvación integral en Cristo (Medellín, VIII, 6).
    También asumimos los desafíos de la Nueva Evangelización: nueva en su ardor, en su método y en su expresión; desafío que se manifiesta en la “cultura juvenil emergente”; en la evangelización de los adultos; en las múltiples cosmovisiones presentadas por los Medios de Comunicación Social, etc.
    En nuestros centros educativos la catequesis debe iluminar las situaciones humanas y los acontecimientos de la vida para ayudar a descubrir en ellos la presencia de Dios, encarnado en nuestra historia (Mcd.
    VIII, 7).
    Debe llevar a un proceso de Conversión permanente y acompañar el itinerario catequístico permanente que todo cristiano debe recorrer para llegar a la madurez de la fe (C.T. 20).
    Nuestra catequesis debe hacer conocer la Palabra de Dios mediante su proclamación, reflexión y estudio de la Biblia; celebrar los Sacramentos y testimoniar a la vez que estimular el Compromiso de vida (C.T. 27).

7-2 LOS CRITERIOS PEDAGOGICOS (1)

Buena parte del trabajo que realizamos en la escuela se dirige al enriquecimiento del ámbito del conocimiento del alumno, como una forma de perfeccionamiento de su personalidad total.
Al despertar en los alumnos la inquietud por la búsqueda de la Verdad, les facilitamos el acceso al Saber y favorecemos la interpretación y valoración de la realidad, la inserción crítica en el contexto socio cultura y el ingreso en el mundo del trabajo.
Con este criterio darnos especial relieve al trabajo intelectual y procuramos que cada alumno llegue al máximo de sus posibilidades en esta dimensión. En nuestra acción educativa tenemos en cuenta que el acceso al saber solo se traduce en auténtico enriquecimiento de la persona cuando reúne determinadas condiciones:
Por eso:
• procuramos que las propuestas de aprendizaje respondan a los intereses de los alumnos, tengan conexión con sus experiencias personales y den respuestas a los interrogantes que ellos mismos se formulan.
• entendemos que la visión estática de los acontecimientos, que la acumulación de datos sin sentido y la parcelación del saber, más que facilitar, dificultan el proceso del desarrollo intelectual.
• pretendemos que lleguen a ser capaces de resolver cuestiones y situaciones cada día más complejas a través del enriquecimiento progresivo y evolutivo de sus esquemas conceptuales.
• fomentamos el desarrollo de aptitudes intelectuales, el aprendizaje de técnicas de estudio y el crecimiento de aquellas capacidades que preparan a los alumnos para el acceso al saber a lo largo de toda su vida.
De esta manera, a través de nuestra acción docente, Educamos en la formación y el crecimiento del pensamiento constructivo y creativo.


7-3 Los CRITERIOS PEDAGOGICOS (II)
Toda educación es un proceso de estímulo y ayuda en el crecimiento del alumno, que ha de aprender gradualmente a autogobernarse y a desarrollar todas sus capacidades. Este estímulo y esta orientación deben ser personalizadas, es decir, acomodadas a las necesidades de cada alumno teniendo en cuenta el grupo humano del que forma parte.
La personalización comporta igualmente la humanización de la vida de relación, ya que el alumno no es un ser aislado, sino un ser abierto a los otros y llamado a participar de la vida comunitaria.
Nuestra escuela promueve la personalización de acuerdo con estos principios:

  • parte de la situación real de cada alumno y del conocimiento de su entorno familiar y social.
    • promueve el desarrollo de la capacidad de reflexión.
    • ayuda a descubrir las posibilidades de crecimiento y las necesidades específicas de cada alumno mediante el trato frecuente y si es necesario, del oportuno diagnóstico psicopedagógico.
    • elabora un programa de “Formación Personal” para acompañar en el conocimiento personal, en el descubrimiento de los dones y limitaciones así como en la posibilidad de superar dificultades y de desplegar todas sus capacidades.
    • fomenta el interés por el trabajo individual y motiva el esfuerzo constante que ayuda al alumno a avanzar en su proceso de aprendizaje.
    • acentúa la dimensión social del proceso educativo, favorece el trabajo en equipo y, a través de él, la cooperación y la solidaridad.
    • promueve la iniciativa y la creatividad y abre caminos a la autorrealización con la colaboración de los compañeros.
    La personalización de la enseñanza y de la educación supone en los docentes una preparación previa y una formación permanente llegando a formar en cada escuela un equipo docente a fin de asegurar la unidad de criterios pedagógicos y formativos. Esta tarea comporta igualmente un número adecuado de alumnos por clase y una suficiente dedicación por parte de los docentes.
    La Orientación Vocacional Profesional y la elaboración del Proyecto de vida por parte de los alumnos expresan la culminación del proceso personalizado que los alumnos protagonizan en nuestra escuela.

7-4 DISEÑO DE AUTOEVALUACION
Un diseño de autoevaluación adaptado a la realidad de nuestra escuela nos permite verificar el nivel de calidad de la acción educativa y la adecuación de nuestra propuesta educativa a las necesidades de la época y de los alumnos, actualizando en forma constante el Proyecto Educativo de cada centro.
Consideramos la evaluación como un proceso continuo que nos indica si avanzamos en la dirección que nos hemos propuesto y silo hacemos en el tiempo previsto.
El diseño de autoevaluación es aplicable a los diversos campos de la vida de la escuela y nos permite conocer las necesidades de los alumnos, del medio, de los docentes, de la comunidad eclesial a la que se pertenece, etc.. Incluye las siguientes fases:
• la exploración inicial, que nos indica la realidad desde la que partimos;
• la concreción de la meta que nos proponemos como objetivo en un momento determinado;
• la identificación de las diversas alternativas que nos pueden ayudar a alcanzar los objetivos propuestos;
• la selección de los métodos, estrategias y actividades que pueden hacemos avanzar más rápido y de la manera más segura según las diversas circunstancias;
• la verificación experimental del camino recorrido y de las dificultades que han surgido.
Todos los aspectos y dimensiones de la vida de la escuela y del proceso educativo son, en algún momento, objeto de evaluación: el plan de estudios, el trabajo docente, la organización escolar, los órganos de participación, así como los diversos ámbitos del crecimiento y maduración de los alumnos, es decir, los aspectos cognoscitivos, afectivos, sociales, maduración de la fe, etc.
La aplicación del diseño de autoevaluación es un estímulo constante que asegura la calidad del servicio que se presta.

II - EL ESTILO DE NUESTRA ESCUELA
1  LA COMUNIDAD EDUCATIVA
Nuestra concepción cristiana de educación desde el Carisma Palautiano nos exige ser “pequeñas uniones de fraternidad...”; “... donde se reúne la escuela, allí está Jesús en medio de su familia”: nuestra escuela debe llegar a ser una auténtica Comunidad Educativa.
La responsabilidad que asumimos al formar parte de esta comunidad educativa nos obliga a:
• poner en común pensamientos, sentimientos, intenciones, cuanto sabemos y podemos al servicio de los demás.
• reconocer diferencias de edad, preparación, experiencia, roles; respetar estas diferencias y brindarnos apoyo en el trabajo.
• ponemos en camino de aprendizaje y de crecimiento; todos podemos dar y todos podemos recibir.
• esforzarnos por construir una comunidad en la que nadie mire únicamente para sí ni se ocupe solamente de él y de sus cosas sino que todo sea común y todo exista para el bien de la comunidad.
La construcción de la comunidad educativa es un objetivo que nunca acabaremos de alcanzar totalmente, pero es el ideal al que debemos tender y el compromiso que entre todos tenemos que asumir.

 

 

2 LAS RELACIONES EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA

La escuela es un lugar privilegiado para la iniciación en la vida social y para el desarrollo y maduración de la afectividad de los alumnos, pero deben encontrar en ella la ayuda necesaria para poder crecer en esta dimensión de la vocación humana.
Cada alumno en crecimiento es un proyecto que se va haciendo realidad gradualmente, pero que no puede avanzar solo, sino que necesita de compañía respetuosa y orientación amorosa y estimulante.
La situación escolar es eminentemente social, y este hecho repercute en cada uno de los miembros de la Comunidad Educativa y en el conjunto.
Por eso en nuestra escuela:
• favorecemos el dinamismo de interacción constante de los alumnos con el conjunto de la comunidad educativa.
• damos mucha importancia a la pedagogía relacional y a la consolidación de vínculos sanos.
• creamos un clima sencillo, de familia, que ofrece a todos los miembros de la Comunidad Educativa la posibilidad de experimentar la cooperación, la solidaridad.
• potenciamos las relaciones interpersonales y la comunicación para que los alumnos vayan enriqueciendo su afectividad en un clima de confianza y apertura.
• favorecemos las actividades extraescolares, de vida en la naturaleza, de espiritualidad, y encuentros con otras comunidades como momentos privilegiados de “encuentro con Dios, con los hermanos y con la naturaleza”.

3 NUESTROS ALUMNOS SON EL CENTRO DE NUESTRA COMUNIDAD EDUCATIVA

Los alumnos son el centro de la Comunidad Educativa y los protagonistas principales de su propia formación. Por tanto, cuanto realizamos en la escuela tiene un objetivo muy claro y preciso: Ofrecer al alumno la posibilidad de crecer y madurar en todos las dimensiones de su persona (Med. IV, 8).
El alumno necesita ayuda y apoyo en el proceso formativo, pero él es el principal agente de este proceso, el principal protagonista del propio crecimiento corno persona (D.P. 1025).
Este principio determina el rol que le corresponde al alumno en la dinámica participativa de nuestra escuela.
En cada una de las etapas el alumno interviene activamente de acuerdo con las exigencias propias de la edad, y asume responsabilidades proporcionadas a su capacidad.
Las posibilidades de participación de los alumnos en la escuela son muy variadas:
expresión de intereses e inquietudes a través de encuentros formativos;
asunción de responsabilidades en la dinámica propia del aula;
• organización de grupos con el objetivo de canalizar opiniones, promover actividades, proponer acuerdos, asumir compromisos, evaluar realizaciones;
• intervención directa en los órganos colegiados para representar intereses, proponer iniciativas, colaborar en la toma de decisiones, compartir responsabilidades.

4 Los EDUCADORES EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA
Los educadores de nuestras escuelas realizan su labor formativa desde una opción de fe: “Jesús maestro, presente en cada cátedra, enseña, inspira, asiste, fortifica... Al comenzar cada clase invoquen su nombre.”(Carta 19)
La estructura escolar pone a los docentes en contacto con un número especialmente amplio y rico de personas: alumnos, padres de los alumnos, compañeros de trabajo, personal auxiliar, comunidad religiosa. Esta realidad les hace asumir una especial responsabilidad en la construcción y consolidación de la Comunidad Educativa.
El educador de nuestras escuelas es portador de un mensaje por el cual:
• traduce en palabras y obras el compromiso cristiano.
• su labor formativa va más allá de lo que comporta la transmisión sistemática de una serie de conocimientos.
• es testimonio de un papel trascendental en el proceso participativo de la escuela, ya que está directamente implicado y debe colaborar activamente en la preparación, realización, animación y evaluación del Proyecto Educativo de cada centro.

  • da a su labor formativa el sentido y coherencia que exigen el Ideario de la Congregación y el tipo de formación que ofrece a través del Proyecto Educativo de cada centro.
    • debe estar abierto para percibir las necesidades de la comunidad y sus problemas, y aportar soluciones.
    • el ejercicio de su misión educativa lo pone al servicio de la construcción del Reino.
    Nuestra escuela debe dar prioridad a la formación permanente de los docentes como profesionales de la educación y acompañarlos en la maduración de la fe.


5 LA FAMILIA Y LA COMUNIDAD EDUCATIVA
La familia es la primera formadora de personas y la célula primera y principal de la sociedad. Son los padres los primeros educadores de la fe de los hijos, la que deben transmitir con la palabra y con el testimonio.
Los padres en nuestra escuela deben:
• apoyar y colaborar con la misión de la escuela, considerando la tarea de la misma como colaboradora y no sustituta de su tarea formativa.
• asumir y respetar los objetivos expresados en el Proyecto Educativo de cada centro y las exigencias expresadas en el Reglamento interno.
• prestar a los docentes todo el apoyo y respeto que necesitan para el desarrollo de la tarea educativa.

Nuestra escuela procurará:
• adecuar los medios necesarios para poder garantizar la participación de los padres en nuestra escuela a través de la Asociación de Padres, Uniones de Padres, etc.


La Asociación de Padres:
• es el canal normal de participación de los mismos.
• acoge, representa y defiende los intereses del conjunto de las familias que forman la Comunidad Educativa.
• alienta el movimiento asociativo de los padres de acuerdo al Proyecto Educativo de la escuela.
• promueve y estimula la formación permanente de los padres.

6 LA COMUNIDAD EDUCATIVA Y EL ENTORNO SOCIOCULTURAL
Los alumnos necesitan acercarse a la realidad del entorno más próximo para desarrollar su sentido de pertenencia a una comunidad humana más grande y para asumir plenamente su pasado cultural.
La educación no tiene lugar solamente en la familia y en la escuela. Cada día tienen más fuerza e influencia las propuestas educativas del entorno y de los medios de comunicación.
La relación de la escuela con el entorno:

  • ayuda a ser sensibles a los cambios sociales y culturales que tienen lugar en nuestro país, continente y en todo el mundo.
    • da ocasión de conocer las posibilidades de servicio a la comunidad humana que nos es más cercana.
    • estimula a insertarse en la sociedad con una actitud crítica y constructiva que lleve al alumno a sentirse responsable de su constante transformación y mejora mediante el compromiso de cada ciudadano.
    • permite incorporar a la escuela aquellos medios y servicios que la comunidad, donde está inserta, ofrece, a fin de enriquecer y ayudar al logro de los objetivos.
    • ofrece a los alumnos la oportunidad de incorporar desde la escuela, en la propia vida, aquellos elementos que enriquecen el patrimonio cultural.

 
7 LA GESTION DE LA ESCUELA

7-1 UNA ESCUELA PARTICIPATIVA
Adherimos al principio de que la Participación está en función de la Comunidad Educativa. Alumnos, padres, docentes, administrativos, Comunidad Religiosa, personal auxiliar, de maestranza, nos sentimos llamados a realizar conjuntamente una tarea que nos aglutina en torno
a un objetivo común: El Crecimiento Integral de los alumnos, de acuerdo a la concepción cristiana del hombre y de la educación.
El logro de este objetivo requiere el aporte de todos los que estamos implicados en la acción educativa, en clima de aceptación y respeto mutuo, donde se proyectan acciones comunes y se comparten responsabilidades.
El camino para que exista una comunidad educativa y como tal logre sus objetivos es la Participación.
Participar no es una realidad acabada, sino que como toda realidad que es fruto de la confluencia de múltiples relaciones es algo que debe alentarse permanentemente. La participación constante y corresponsable dará como fruto una comunidad viva.
Tres principios básicos nos ayudan a situar la participación en el lugar que le corresponde:
• El objetivo prioritario d la escuela es la formación integral de los alumnos de acuerdo con los padres y tal como está definido en el Proyecto Educativo que cada escuela debe elaborar para dar respuestas concretas a los destinatarios, inspirados en el Ideario de la Congregación de las Carmelitas Misioneras Teresianas.
• Todos los que estamos implicados en esta acción formamos parte de una comunidad en la que los intereses individuales dejan paso a los objetivos colectivos y en concreto al objetivo de la escuela.
• La comunidad Educativa se construye día tras día y se expresa a través de una participación Corresponsable.

7-2 ORGANOS PARA LA PARTICIPACION
Una vez que tenemos un marco de principios y un programa de construcción de la comunidad, es claro que debe diseñarse una estructura con órganos y personas, con funciones y proyectos, que sean los Canales de la Participación.

Dichos canales son:

  • Consejo Directivo
    • Consejo Escolar
  • Cuerpo de Delegados de Grados y Cursos
    • Departamento de Educación de la Fe
    • Departamento de Orientación Pedagógica
  • Departamento de Materias Afines
    • Asociación de Padres de Familia
  • Asociación de Ex Alumnos
  • Movimiento Juvenil

El Manual de Funciones y el Reglamento interno deben explicitar el conjunto de normas y finalidades que regulan la participación de los diferentes canales y garantiza una adecuada coordinación de todos los estamentos y personas que forman la Comunidad Educativa.

BIBLIOGRAFIA
1 - Escuela de la Virtud. Colección Textos Palautianos
2 - Cartas. Francisco Palau. Colección Textos Palautianos3 - Constituciones C.M.T
4 - Catechesi Tradendae. Juan Pablo II
5 - Doc. de Medellín. CELAM. II Confer. del Episcopado
6 - Doc. de Puebla. CELAM. III Confer. del Episcopado
7 - Educación y Proyecto de Vida. Confer. Episcopal Argentina
8 - Educación Católica. Sgda. Congregación para la E. Católica
9 - El Laico Testigo de la Fe. Congregación para la E. Católica
10 - La dimensión religiosa de la educación en la Escuela Católica. Roma 1988.
11 •- Nuestra Propuesta Educativa. Secretariado de la escuela cristiana. Barcelona.
12 - Ideario C.M.T (Prov, de Madrid y Barcelona)
13 - Lineamientos Pastorales para la Nueva Evangelización. C.E.A.
14 - CONSUDEC M 636 al 651

 

 

 

 

 

 


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